Un Cromosoma cambio nuestras vidas.....

Creo que esta demas decir lo que este pequeño cromosomitaaaaa ha hecho en nosotros.... nos unio más como familia, hizo que otras personas formaran parte de nuestra familia.... asi que lo unico que podemos es agradecerle a la vida por esta gran bendicion, ese pequeño cromosoma que nos hizo mas familia, mas humanos, mas unidos.... más IRIARTE!!! A continuación les quiero compartir un articulo que mi mamá escribio, espero lo disfruten. Y una vez más.... Gracias Valeria por darle un giro por completo a mi vida y por hacerme la madrina más feliz del mundo!!! te super mega contra quiero Valeriucus!!!!

“Ella es una niña como cualquiera, no está enferma, come igual, corre igual, molesta igual, chilla igual, tratala igual que a tus otros hijos. Son especiales sí, pero no diferentes”.

Luisa Fernanda Iriarte Antillón

Después de varios años de espera, mi hermana Blancarrosa esperaba su tercer hijo, una nena. Su embarazo fue diferente, su estómago no creció mucho pero pensamos que era normal, que era una respuesta a la depresión que vivía por la muerte de mi mamá que ocurrió cuando ella tenía 4 meses de embarazo.

Después de un ultrasonido, el Ginecólogo dijo que estaba muy pequeña, pero que debía esperar al término del tiempo adecuado para inducir el parto. La cesárea fue programada para el viernes 24 de octubre de 2008, a las 14; 00 horas.

Recuerdo que la acompañe hasta la puerta de la sala de operaciones y con lágrimas la besé en la frente y le dije: “No te preocupes, mi mamá esta contigo”. Yo soy la mayor de las hermanas, y por ser ella la más pequeña siempre me he sentido como su protectora.

El tiempo transcurrío y por fin salió el pediatra y a través de las cortinas de la sala cuna logramos divisarla a distancia. Era muy inquieta, los dos médicos la revisaban,. En ese momento sentí que había algo raro. Mi corazón no dejaba disfrutar de ese momento como lo había esperado.

A los pocos minutos, salió el pediatra y nos dijo: “La niña está bien, sus órganos están bien, su salud también, ella es down. La sala quedó en un profundo silencio. Mi papá me pregunto ¿qué pasa? Yo no sabía que responder, no me atrevía a repetir lo que el médico había dicho. Solo le dije; “Valeria está bien, pero dice el doctor que debe hacerle más evaluaciones”.

En ese momento solo pensé en mi hermana, en el tiempo que había esperado para tener a su nena -sus dos hijos anteriores son varones, de 16 y x12años, y ahora que Dios se la había enviado, venía diferente.

A los pocos minutos salió el pediatra y nos pidió a mi hermana Carmen María y a mí que lo acompañáramos a la sala cuna . Nos dijo que nos acercáramos a la bebé y nos explicó las características que había observado para dar su diagnóstico.

Valeria tenía las manos pequeña y algo cuadradas, ,la flexibilidad de sus articulaciones era mayor, y sus ojos rasgados, entre otras. “Ella-dijo- es igual a todos los niños, come igual, llora igual, sonríe igual, molesta igual, se enferma igual y se cura igual, solo que tiene un cromosoma más”.

Luego nos preguntó si queríamos decir una oración a y yo acepte. Dije “Señor te damos gracias por Valeria Del Carmen que ahora llega a nuestra vida, porque es una niña más que especial . Lo único que le hace falta para ser una niña completamente feliz es amor y la pusiste en la familia indicada, Bendícela Jesús”.

Al salir de la sala, pensaba, cómo se lo diremos a Blancarrosa, cómo lo tomará.

Al poco tiempo, salió el ginecólogo, también amigo de la familia, y nos comento que al momento de tomarla de la cabeza para sacarla, el sintió que algo no estaba bien y nos dijo; “Yo sé que esto es duro, que no es lo que esperaban, pero también sé que todas las familias que tiene un niño down son mas felices. Ellos son especiales, son amorosos, cariñosos, sinceros y hacen que las familias se unan más”.

Cuando Blancarrosa despertó, Sergio, el ginecólogo, habló con ella. Al poco tiempo salió y nos dijo que entráramos. Ella estaba llorando, la tomé de las manos y me preguntó; “¿Por qué a mí? ¿Por qué si yo esperaba tanto a mi nena, tenía que venir así? Usted no habría querido tener un hijo así, nadie quiere tener un hijo así,”. Sus lágrimas rodaban por sus mejillas, yo le decía; “No sé, no tengo respuestas, tenés razón de enojarte, de llorar porque no es lo que habías planeado, no es lo que soñaste. Pero no tengo respuesta”.

Estuve un largo rato con ella y con mi otra hermana que es educadora especial y psicóloga, creo que su preparación la hacía ver la situación desde otra perspectiva. Luego me salí de la habitación y sentí que el mundo se me venía encima, que la fuerza de la hermana mayor se tambaleaba, y que la seguridad y apoyo que debía darle se había desvanecido en un minuto. Salimos mi esposo y mi hermana y fuimos a tomar un café y a platicar sobre ellas, teníamos muchas dudas y sentíamos mucho dolor. Pero él nos dijo “Todo lo que habían soñado y planeado cambió, ella será diferente Seguramente no se casará ni tendrá hijos como tu hermana soñó. Lo que si es seguro es que ahora somos una familia down”. Esas palabras, se me grabaron en la mente.

Al medio día del sábado salieron del hospital y llegaron a la casa de mi papá . Ahí las esperamos con el cuarto decorado, globos y carteles de bienvenida. Desde que llegó, Valeria movió nuestro mundo.

Esa tarde la llegaron de la Fundación Margarita Tejada que trabaja con niños down. Una compartió su experiencia , como se había acostumbrado a la idea y cómo su familia la había ayudado. Escuchar estos testimonios ayudaban a mi hermana a entender que no estaba sola, que había más mujeres que vivían la experiencia de ser mamá down.

El domingo llegó Vanessa, amiga de una prima y mamá de una niña down. Escuchar sus palabras me dio fortaleza y esperanza. Nos comentó como había sido la llegada de su hija, como lo había tomado y como lo estaba viviendo.

Ella le dijo algo que me marcó mucho: “Tenés que pensar que la Valeria que soñaste no vino y no vendrá nunca más. LLorá todo lo que querrás.Tú esperabas a tu Valeria distinta, soñabas con todo lo que ella haría y lograría y ahora será diferente. Cuando pasen los días y las lágrimas se empiecen a terminar, te darás cuenta de la Valeria que tenés, la que amarás, a la que enseñarás a vivir y apoyarás siempre para salir adelante. De ti depende lo que ella logrará.

Luego vino la etapa de los exámenes y las preocupaciones por los resultados. Su electro-cardiograma , el de careotipo que nos diría si es down, el tamiz neonatal que nos diría si la niña padece de alguna enfermedad y todos salileron bien.

Valeria del Carmen esta sana, es especial sí. Nos cambio la vida, ahora todos estamos inscritos al boletín Down, todos nos interesamos en artículos sobre niños especiales, aprendemos su terapia para ayudarla en todo momento, estamos al tanto de cada adelanto que tiene y, definitivamente, solo Dios nos podía enviar un ángel así. Ese cromosoma más nos cambio la vida, ahora somos más familia.



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